Seguro D&O

Aquí resumimos los 10 puntos más importantes por los que un directivo, consejero o administrador, debe tener contratada una póliza D&O:

1. LEGISLACIÓN VIGENTE

Las leyes, como la Ley de Sociedades de Capital RD 1/2010, la Ley de Transparencia 26/2003 y la no renovación del Decreto-Ley 10/2008, establecen claramente las responsabilidades de los directivos de empresa si causan daños o perjuicios a terceros, ya sea de forma directa o indirecta. Es importante destacar que un seguro de responsabilidad civil para directivos no es lo mismo que un seguro de responsabilidad de la empresa, que protege a la compañía y a sus empleados, accionistas, socios, proveedores, etc. El seguro de responsabilidad civil para directivos protege directamente a los propios directivos. Además, la Ley Orgánica 1/2015, que modifica la Ley Orgánica 10/1995 del Código Penal, incluye como objetivo la responsabilidad penal de las personas jurídicas, incluso por el incumplimiento de los deberes de supervisión, vigilancia y control de las personas responsables de ello.

2. PATRIMONIO PERSONAL

El directivo puede poner en riesgo su patrimonio personal debido a que la ley establece que la responsabilidad no recae exclusivamente en la empresa, sino que el propio directivo también es responsable y puede verse obligado a responder con su patrimonio personal. Este principio no solo se aplica a los directivos remunerados, sino que también afecta a los cargos no remunerados, los colaboradores independientes, así como a aquellos que trabajan en ONG o entidades sin ánimo de lucro, quienes también deben asumir responsabilidad por actos, errores u omisiones cometidos.

3. COMPLEJIDAD DE LAS LEYES

Debido a la complejidad de las leyes, resulta fácil cometer errores en cuanto a las obligaciones societarias con Hacienda, la Seguridad Social, la contratación y las prácticas de empleo, la protección de datos, la divulgación de secretos, las fugas informáticas, entre otras cuestiones. La cantidad de requisitos necesarios para llevar a cabo una actividad empresarial es abrumadora, y es posible que algunos sean pasados por alto. Incluso en el caso de pequeñas y medianas empresas, es difícil estar al tanto de todo. Por este motivo, resulta recomendable contar con un seguro de responsabilidad civil para directivos que se encargue de los costos de defensa en caso de cualquier reclamación, así como de pagar, en su caso, las multas administrativas y los gastos necesarios para restaurar la imagen de la empresa.

4. EXTREMA VIGILANCIA

La gran cantidad de casos de corrupción que se han registrado en nuestro país ha generado una mayor conciencia en todos los sectores. Los fraudes son supervisados con mayor atención que nunca, y tanto si son intencionales como no, la ley será implacable en todos los casos. Un seguro de responsabilidad civil para directivos puede proteger a los directivos y cubrir los costos de su defensa legal, así como las indemnizaciones que puedan tener que pagar por negligencia, omisión o error.

5. PERSONAS MALINTENCIONADAS

En momentos de crisis, cuando los riesgos aumentan, hay personas malintencionadas que están dispuestas a perjudicar a cualquiera que cometa un error. La toma de decisiones se vuelve muy difícil y puede no satisfacer a inversores, financiadores, acreedores, empleados, entre otros. Además, la competencia desleal también puede estar esperando su oportunidad para aprovecharse de la situación.

6. POSIBLES EQUIVOCACIONES

Es común que los directivos cometan errores en la toma de decisiones, mala gestión o actúen ilegalmente, lo que puede llevar a que los accionistas y otros socios tomen medidas en su contra. Un seguro de responsabilidad civil para directivos puede ayudar a enfrentar demandas legales, ya sean justificadas o no.

7. ACREEDORES Y PROVEEDORES

Los acreedores y proveedores también pueden tomar medidas legales contra el directivo si resultan perjudicados. Por ejemplo, si un acuerdo comercial no se cumple y esto perjudica a un tercero, este último puede demandar al administrador de la empresa. Lo mismo puede suceder en casos de concursos de acreedores. Los clientes también pueden demandar a los directivos si se sienten perjudicados por alguna acción que les haya causado pérdidas. Es importante recordar que, en caso de quiebra o insolvencia de una sociedad, se pueden tomar acciones legales contra el administrador.

8. EMPLEADOS ENFADADOS

Existen empleados resentidos. El directivo tiene la libertad de organizar su equipo humano según considere oportuno, pero a veces la pérdida del empleo puede afectar emocionalmente a las personas. No es infrecuente que se presenten reclamaciones por despido injustificado, acoso laboral, invasión de la privacidad u otras causas que pueden llevar a la ruina al administrador, director o consejero que ha autorizado un despido sin tener un seguro adecuado.

9. GASTOS DE DEFENSA

El directivo de una empresa puede enfrentar gastos considerables en su defensa, como costas judiciales, honorarios de abogados, fianzas para la libertad provisional, indemnizaciones, entre otros. Por esta razón, resulta recomendable que los directivos, sin importar el tamaño de su empresa, cuenten con un seguro de responsabilidad civil que pueda cubrir estos gastos en caso de necesidad.

10. VIVIR CON TRANQUILIDAD

Un directivo debe seguir siendo un emprendedor enfocado en innovar, crecer y ampliar los límites de la empresa. Por lo tanto, es importante que tenga tranquilidad en relación con los aspectos que afectan tanto a su carrera profesional como a su familia. Esta tranquilidad se puede lograr a través de una póliza de seguro adecuada que le brinde la protección necesaria.

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RESUMEN

El seguro de D&O puede ser una gran ayuda en caso de problemas, pero es importante recordar que no todos los seguros son iguales y que deben ser elegidos cuidadosamente. Especialmente para los directivos con mayores niveles de responsabilidad, el riesgo también es mayor. Por lo tanto, es esencial buscar el asesoramiento de especialistas en seguros de responsabilidad civil para directivos para no arriesgar la empresa, la carrera profesional o la estabilidad personal y familiar. En situaciones inesperadas, como negligencia propia o de colaboradores, acusaciones infundadas, reclamaciones de terceros o errores propios, es fundamental contar con una compañía aseguradora que pueda asumir la responsabilidad.

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